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Pensé: “Me has echado de tu presencia,
    pero así y todo yo seguiré rogando hacia tu santo templo”.[a]

»Las aguas me envolvieron hasta el cuello,
    estaba cubierto de mar por todas partes;
    las algas se enredaban en mi cabeza.
Me hundí en el mar
    hasta donde comienzan las montañas.
Bajé al mundo de los muertos
    y tras de mí sus rejas se cerraron para siempre.
Pero tú SEÑOR, Dios mío,
    me sacaste vivo de la fosa.

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Footnotes

  1. 2:4 pero […] santo templo o ¿cómo volveré a ver tu santo templo?